Es una posibilidad remota, quizá un suicidio, pero hago lo único que se me ocurre: me inclino sobre Peeta y le doy un beso en la boca. Empieza a temblar de pies a cabeza, pero mantego mis labios contra los suyos hasta que no me queda más remedio que salir a respirar. Le aprieto las manos y le digo:
-No dejes que Snow te aparte de mí.
Peeta está jadeando, luchando contra las pesadillas de su cabeza.
-No, no quiero hacerlo... -responde.
-Quédate conmigo -insisto, apretándole tanto las manos que llego a hacerle daño.
Él contrae las pupilas hasta que se convierten en alfileres, después se vuelven a dilatar rápidamente y vuelven a parecer más o menos normales.
-Siempre -murmura.
Sinsajo por Suzanne Collins
-No dejes que Snow te aparte de mí.
Peeta está jadeando, luchando contra las pesadillas de su cabeza.
-No, no quiero hacerlo... -responde.
-Quédate conmigo -insisto, apretándole tanto las manos que llego a hacerle daño.
Él contrae las pupilas hasta que se convierten en alfileres, después se vuelven a dilatar rápidamente y vuelven a parecer más o menos normales.
-Siempre -murmura.
Sinsajo por Suzanne Collins
2 comentarios:
Oww! Que lindo fragmento pusiste de el libro de Sinsajo.
@KarlaCruz: Gracias (; Es de mis partes favoritas del libro!
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